Tener una mascota en casa es uno de los requerimientos más frecuentes por parte de nuestros hijos. Muchísimas veces hemos escuchado lo de “papá, quiero un perrito….” o bien “mamá, mira qué gatitooo”. Tener una mascota en el hogar, dependiendo del tipo que sea, requiere tiempo que emplear y gastos que asumir. Y, aunque sin duda el beneficio del cariño e interés que generan en el hogar está por encima de estos factores, hay que tener en cuenta todos los condicionantes. Perros y gatos son las mascotas más frecuentadas en los hogares. Son muy distintos, a veces antagónicos, pero pueden convivir sin problemas en la mayoría de las ocasiones. Eso sí, siempre que estén acostumbrados desde pequeños o que se conozcan antes de decidirse a unirlos para siempre… En el caso del perro la gran diferencia es que ha de pasearse fuera del hogar. Lo que parece un inconveniente, puede verse también como una gran ventaja, sobre todo si nuestros hijos son mayorcitos y se responsabilizan en parte del cuidado de su mascota. Pasear con un perro e interrelacionar con otros dueños paseadores, fomenta el ejercicio y la sociabilización de muchas personas. En los gatos es diferente, no necesitan paseos, pero sí hay que tener en cuenta que son más independientes (por lo general) y no juegan o demuestran alegría en la misma medida que los perros.

Pero a pesar de los “inconvenientes” (si se pueden denominar de este modo) está claro que la tenencia responsable de mascotas presenta muchísimas ventajas en los niños: algunos estudios afirman que la convivencia con perros y gatos desde el nacimiento refuerza el sistema inmunológico y previene la aparición de alergias. Por otra parte, el refuerzo de lazos afectivos y el desarrollo del sentido de la responsabilidad son dos factores importantísimos que se desarrollan al tener mascotas en casa, especialmente con aquellos animales con los que se puede interactuar más, como el perro o el gato. Si lo que se desea es una mascota que no requiera mucho mantenimiento en ningún sentido, siempre se puede optar por conejos, cobayas, hamsters o pequeñas peceras. Siempre teniendo en cuenta que todos los animales deben ser bien cuidados, con un espacio acorde a su tamaño y necesidad de ejercicio y una limpieza diaria.

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