París ¿la ciudad del amor? Desde el momento en que descubrimos cómo disfrutarla con un viaje con niños deja de ser romántica, en el literal sentido de la palabra, para convertirse en una estupenda opción turística para vivir con nuestros hijos.

¿Y cómo lo haremos para que la visita no nos resulte agotadora, por su densidad, y resulte además divertida para viajar con hijos?

Sencillo: en un autobús que nos permite un recorrido donde los niños estarán cómodos y disfrutarán del turismo como nunca  en estas vacaciones monoparentales. El autobús 69, que por dos euros nos ofrece esta posibilidad, incluso para subir el cochecito de los más pequeños.

El hacer de nuestros hijos auténticos cosmopolitas es muy deseable, por la riqueza cultural que ello puede ofrecerles. Y porque los recuerdos que conserven en su retina servirán, en gran medida, para enriquecer sus conocimientos respecto al mundo que les rodea.

Un exponente de ciudad que puede aportar todo lo anterior es París, ciudad rica, densa en sus recursos gastronómicos y pictóricos, obligada visita europea para conocer a fondo una ciudad fronteriza pero diametralmente distinta a nuestra cultura española, en todos los sentidos.

Para que la visita a esta maravilla de ciudad tenga mucho de placentero y nada de agotador bagaje por sus calles, el desplazamiento en autobús nos resultará la mejor de las opciones a la hora de recorrer sus calles.

Cómodamente sentados, disfrutando de la visión de las calles por las ventanillas, transmitiendo a los niños la curiosidad por conocer cosas sorprendentes y nuevas para todos….

Para ello, tomaremos el autobús número 69 en Champs de Mars, desde la mismísima Torre Eiffel, donde ya habremos subido para ver las vistas más asombrosas de toda la ciudad y donde además los peques habrán disfrutado subiendo en el carrusel a los pies de la monumental torre.

De allí, a través de la Rue de Bac, cruzará el Sena por el Pont Royal, pudiendo parar en el Quai Mitterrand para visitar el Louvre (no más de una hora con niños, si no, terminarían muy cansados), o bien seguir hasta el Hotel de Ville para….. ¡patinar sobre hielo!.

Después, seguiremos paseando hasta Notre Dame, puesto que no hay demasiado recorrido, para tomar de nuevo el autobús hasta Birague, donde tendremos varias alternativas: Le Marais o la muy parisina Place des Vosges.

Más adelante queda Bastille y finalmente en la parada Roquette – Père Lachaise, uno de los cementerios más famosos del mundo.

Si decidís hacer el recorrido inverso, algunas paradas cambian: aprovechad para ver el Museo d’Orsay y en rue de l’Université la tienda de Bonton.

El ticket de bus es válido también para el metro. Se puede comprar directamente al conductor por 2 euros. También puede adquirirse un carnet de 10 viajes.

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Las vacaciones para singles con niños  son una magnífica experiencia que tiene un gran impacto para la educación de los peques, que descubren diferentes lugares al mismo tiempo que les permite vivir grandes aventuras con los adultos. Además, los viajes para familias monoparentales ofrecen la posibilidad de ampliar el círculo de amistades de una manera agradable. A los peques, les invita a ser flexibles, adaptables y crea experiencias inolvidables. Los viajes para singles con niños aportan beneficios para desarrollarse social y emocionalmente, y les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás. Disfruta de los mejores viajes para singles con hijos que surgen de nuestra experiencia como familia monoparental, de la necesidad de disfrutar de las vacaciones monoparentales y el tiempo de ocio como una vivencia entre familias en la misma situación, en la que tanto niños como adultos nos sintamos participantes de un gran grupo de nuevos amigos.

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