LUna experiencia inolvidable. Así es como lo definen todos aquéllos que han hecho el Camino de Santiago. Pero, además, si lo haces con niños es una oportunidad para compartir con tu hijo o hijos momentos únicos.

Si pensamos en las familias monoparentales  significa, sin duda, un extra de tiempo unidos, conversaciones sin igual y enseñanzas tanto para niños como para madres o padres.

Sin olvidarnos de la diversión, que la hay: superar juntos las dificultades del recorrido ayuda a establecer unos vínculos especiales, acompañados de anécdotas que iréis desgranando durante todo el camino y recordaréis para siempre.


Eso sí, con los niños el recorrido elegido ha de ser adaptado a su edad, para así disfrutar sin prisas de cada tramo, sin agobios y con la serenidad y alegría que esta experiencia necesita. 

Si pensamos en edades, a partir de los ocho años los peques tienen la capacidad de esfuerzo necesaria para las etapas diarias, aunque sin duda alguna la preadolescencia y la adolescencia son las edades ideales para hacer el Camino de Santiago en compañía de la familia. Cualquiera que sea el itinerario escogido seguro que pasan por bosques, riachuelos, aldeas recónditas y paisajes majestuosos, toda una aventura para recordar el resto de su vida. 


Para que sea llevadero, los más peques podrían iniciarse con un recorrido de ocho días, desde Sarriá a Santiago, con tramos de entre 8 y 18 kilómetros.

No es necesario hacer un itinerario muy largo, se puede dividir el camino en tramos y hacerlos en diferentes años, o solamente recorrer los cien últimos kilómetros. Pero sea cual sea el recorrido elegido, no olvidemos que hay que hacer a los niños plenamente partícipes de esta aventura peregrina, siguiendo ellos las señales del camino, saludando a los peregrinos, haciendo que vivan de forma especial el contacto con el entorno y previendo todo aquello que pudiéramos necesitar de forma extra para llevar a nuestros hijos: descansos frecuentes, vigilancia de sus posibles rozaduras y espíritu abierto para que ellos, al igual que vosotros, disfruten cada minuto del Camino de Santiago.


Las vacaciones para singles con niños son una magnífica experiencia que tiene un gran impacto para la educación de los peques, que descubren diferentes lugares al mismo tiempo que les permite vivir grandes aventuras con los adultos. Además, los viajes para familias monoparentales ofrecen la posibilidad de ampliar el círculo de amistades de una manera agradable. A los peques, les invita a ser flexibles, adaptables y crea experiencias inolvidables. Los viajes para singles con niños aportan beneficios para desarrollarse social y emocionalmente, y les genera una nueva actitud ante la vida y hacia los demás. Disfruta de los mejores viajes para singles con hijos que surgen de nuestra experiencia como familia monoparental, de la necesidad de disfrutar de las vacaciones monoparentales y el tiempo de ocio como una vivencia entre familias en la misma situación, en la que tanto niños como adultos nos sintamos participantes de un gran grupo de nuevos amigos.

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